Cuántas veces, en vano, me escuche decir te quiero ,
cuántas besé tus labios en huida continua
y sentí el frío de tu tacto sin retorno, tu frío rodeándome.
Cuántas veces, en vano, yo te quise,
e imaginariamente llené tus labios con mis besos;
te quise sin pronunciar tu nombre
y, en vano, toqué tu voz y me alimenté de tus gestos.
Cuántas veces, en vano, amé el rictus de tus labios
decorados,
acaricié tus manos en el abandono del tacto
y besé tu frente sin memoria y sin momentos.
En vano te quise y no te quise,
llamé a las rosas -naturaleza y arte- a los bordes de tu vestido,
besé, en vano, tu figura en el tiempo
y toqué tus perfiles de abril en mis sueños.
En vano busqué el néctar de tus labios madurados,
tu mirada sin gesto
y el llanto que nunca supo el nombre de las amapolas.
Cuántas veces recurrí al viento de tu talle,
al olor de mi tierra enamorada
o a tu voz amándome sin sentido.
Cuántas veces busqué tus pasos en el horizonte,
sobre aquellas horas maduras que caían en tus
pestañas,
sobre el amor estéril, sobre las hojas blancas
que de pena ardían, sin poesía,
sobre los versos que mueren fríos
en los cuerpos desnudos de los enamorados.
Qué belleza! Sin palabras, poeta.
ResponderEliminarGracias guapetona, siempre es un placer tener tu lindo comentario.
ResponderEliminarUn beso
Bandido! que bien es leerte, aunque ahora con esto de los blogs se pierde uno, todo es cuestion de agarrarle la onda no?... amigo que te puedo decir? enorme este poema!, me gustaron todos los versos, tienes un don para espiar ese espacio intimo de un poeta enamorado! como dice en tu perfil.
ResponderEliminarBesitos
Vickie
Al sol del mediodía brillante
ResponderEliminarme soplas,
viento cargado de semillas,
la cálida respuesta de un poema
al oído