sábado, 31 de octubre de 2009

A LOS NIÑOS DE LA GUERRA. DE CUALQUIERA, PUES ELLOS SIEMPRE SON LOS MISMOS








En las calles del averno juegan los niños
con pelotas de trapo,
con ubres de tierra prendiéndose en sus alpargatas rotas,
los niños ríen en las trincheras.
Ya viene el color del fuego y la palabra prendida en la sangre,
y en las calles los niños juegan con lágrimas yermas;
un tanque, a lo lejos, ruge su voz de trueno.
¿Será que llegó el invierno?
A los niños los cubre el polvo y las pelotas vuelan ateridas;
debe ser que es invierno,
¡debe ser!,
y los niños abandonan sus juguetes en el fango.

1 comentario:

  1. hermoso como siempre todo lo que publicas tiene esa garantia que le da tu solo nombre, un poema, muy bonito, un abrazo muack

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