Solamente tu voz doblega los juncos,
las ramas más tiernas de aquellos
cerezos
que vistes florecer cuando el suspiro.
Tú voz es es aire que nunca anochece,
es la danza que acomete la nada,
es el alimento que busca su nombre.
Solamente tu voz es nacida del fruto,
que madura en su cubil, su dulce manjar
de leche.
Tu voz agita la sementera, la voz de la
campana
que entona su canción de abril, su
lírica de estaño.
Tu voz nace del aire, es el trote
sonoro de la vida,
el griterío de cien yeguas que rompen
el alba.
Solamente tu voz es la luz con la que
sueño,
el acantilado donde galopa el agua.
Tú voz es la voz de estos versos.
el gemido del inocente, el fuelle del
herrero.
Tú voz se hace mía cuando me llama.
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