Poema
de amor
Hoy
la luz despliega sus abanicos al vuelo,
las
torres, antaño frías, te convocan para el beso
y
en la tierra húmeda brota la vida en forma de jazmines.
Aquí,
una mirada cómplice de todo, revolotea bajo tus párpados
y
una caricia, tan tuya, circunda el abrazo;
yo
te amo como todos los días en el mismo instante;
porque
tu y yo venimos del trueno y vamos a la primavera,
porque
ya la risa despunta cada tarde a la hora fijada,
como
si los barcos repletos del día atracasen
en
los puertos deseados de tus labios.
Las
calles nos aman, asumen la inocencia,
muere
el crepúsculo besado por el llanto
y
de puro, se desvanece ante el silencio.
Nos
vestimos de besos, nos abrigamos de alegría
de
cuerpos que recogen para siempre los inviernos,
ya
estamos solos, al paso del “te quiero”
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