Fijo tu nombre en el tiempo
y veo que, detrás de cada época, de cada afonía
que besa el frío llanto del recuerdo, existes tú,
como si cada segundo que no me diste
hubiera remontado tu contacto.
Como si cada palabra pronunciada
hubiera tenido algún sentido sin ti.
Fijo tu nombre en el tiempo
recordando la brisa cuando prendida a tu boca
dejaba mis labios en tus labios
¡Oh este traidor sueño!
Cuando dejaba mis ojos frente a tu mirada.
¡Oh temple que pierdo!
porque así me lo piden los años,
la lluvia llora en estas estaciones, en las calles,
en los cuerpos que caen bajo esta húmeda letanía.
Fijo tu nombre en el tiempo,
lo escribo en la tierra,
en el surco que hundió la semilla en tu vientre,
en la memoria que una vez fermentada,
recuerda tus labios en los míos;
detrás de todo lo que quise,
de lo que siempre querré tuyo,
el hijo que rompe tormentas con su mirada
por todo ello, mujer,
yo fijo tu nombre en el tiempo.
Es precioso. Hay una metáfora perfecta en este poema. Cariños poeta.
ResponderEliminarCoincido con Raqui, es precioso, cómo todo lo que escribes poeta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Cecy