domingo, 3 de enero de 2010
Ya no importa nada,
ahora que el ave surca los vientos de estas tierras sin destino,
o que el monótono parpadeo languidece en las arterias del aire,
en los veneros del tiempo.
Cuando la luz cae desde tus labios
y besa al hombre en su vaivén callado,
en el regreso del amor que, perdido, busca
la extensa prolongación de su memoria.
Ya no importa nada,
ni tan siquiera ese beso que nos dimos,
tras los muros nocturnos del silencio,
ni la hora de su exposición ansiada.
He visto a la luna lamer el justo labio del verano,
sentir deslizarse por una hoja el rocío puro de lo perdido,
brotar los geranios en total abandono
y he visto tu sonrisa volcada por el mundo.
Ya no importa nada,
sueños orgullosos van y vienen buscando el génesis
ese momento donde todo se detiene antes las bocas que se aman.
Hoy es el último día
el día en el cual la nube pide verter su esencia de agua,
el día en el cual las lenguas atraviesan la palabra,
el día interminable.
Ya que importa,
que todo haya pasado,
que las ciudades y el bullicio nos miren
con sus luces de neón rompiendo las vigilias,
si tu no estás en estos momentos en los que te pienso
y yo no estoy en la ausencia de tu inerme corazón.
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No estar en la ausencia del corazón querido y habitar las tierras del olvido, esa eternidad en vida mientras la vida se manifiesta implacable en el florecer de su naturaleza.
ResponderEliminarExperiencia terrible excepcionalmente narrada, José.
Un fuerte abrazo,
Javier.
Me gusta leerte, Pepe, me gusta tu poesía.
ResponderEliminarTe felicito, otro magnífico poema.
Un besiño
Juana Corsina
Leerte como siempre es hermoso, lass metáforas que utilizas en tus versos son originales y hermosas, llego, disfruto y te dejo un abrazo
ResponderEliminarStella
Ya te enlacé a mi blog
Bello, muy bello...
ResponderEliminarMe encantan las imágenes,
las metáforas...
Un beso, amigo Pepe
Maria Lua