miércoles, 5 de mayo de 2010

Elegía de un instante.

A mi amigo Felipe.
Sit tibi terra levis
(Que la tierra te sea leve)



Se me ha muerto un amigo,
se fue desde todos los lados del aire,
y de esta vida que quebró su casta
Ya se que los olivos cubren sus ojos
que la raíz profundiza en el beso
y que su memoria quedó fijada en la tierra.
Se también que riega con sus lágrimas
la sombra triste de los cipreses,
y que caballos de crines dormidas
clavan sus cascos de azúcar en sus pupilas.
Pero sé que Felipe no ha muerto...
¡Se fue tan sólo un instante!.

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