martes, 25 de mayo de 2010

Senectud




Cuando los años invadan tu cara
de enjutos y amorosos labios,
cuando la palabra busque,
en el gesto, el acomodo de todo argumento,
sentirás que tu existencia se viste de surcos
como lánguidas madejas de piel y tiempo;
recodarás entonces que fuiste joven,
que la quisiste en aquellas tardes
cuando en tu sonrisa llevabas
prendida, con asombro de todo, la primavera;
recodarás, entonces,
que ella te quiso
igualmente en el beso,
en el salvaje latido de la cercanía.
Cuando la vida alcance su solsticio de invierno,
cuando la voz se haga más lenta y pausada
y el frío habite en tu ajada piel,
yo sé que volverás a la tierra
donde tus padres besaron tu nombre,
retornarás al sueño y los madrigales
y habitarás, por fin, en la memoria
de otro corazón que remonte la vida.

1 comentario:

  1. wow!!! que hermoso poema reflexión amigo,es un placer leerte pepe un abrazo.

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