viernes, 30 de diciembre de 2011

DECIDIDAMENTE, ESTO NO ES UN CUENTO DE HADAS



Voy a contaros un cuento,

de palomas blancas que surcan los cielos, al alba. Hmmmmmm.

Creo que no. Las palomas, son cuervos que granan,

sobre los tejados de las ciudades.

No voy a hablaros hoy tampoco de gitanos que,

bailan al son de bulerías y guitarras,

en las cunetas de las carreteras.

Os hablaré de servidumbre y cacharrería, de afiladores y afanadores,

que vuelcan en las calles, las miserias de las civilizaciones.

No, no es un cuento de hadas, ni de Delfos,

hoy, las princesas, ya no tienen la sangre azul,

es roja usurpada, de los labios de la ira.

Y las hadas perdieron sus alas en algún lugar de estos días.

Las cosechas languidecen en los mentideros del capital,

y se muere el hambre de puro hambre en el tercer mundo,

y los tributos vierten sus miserias en el ciudadano,

y el capital se pierde en el mundo de la avaricia.

No, decididamente, este no es un cuento de rosas,

la nieve cae en avalancha,

la tierra es más árida cada año,

y los banqueros, borrachos,

buscan en los bosques el infortunio del leñador.

No, no voy a contaros un cuento de hadas,

esto es un relato sin refugio,

sin edificios del color de la luz,

sin cabañas blancas, bañadas por el mar en calma.

Esto es un relato de la vida que nos lleva,

donde, hasta las quimeras, están

hi-po-te-ca-das.




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