martes, 22 de mayo de 2012

Adiós





Entre tu boca y la mía, 
pasa el aire circundando el tiempo;
se rinden, las calles, a la lluvia
y la calma, se percibe, en paredes húmedas.
Entre tu boca y la mía,
reina un volcán quebrado,
la voluntad de no amanecernos,
y las lenguas perdidas,
en algún lugar de la derrota.
Entre tu boca y la mía,
vuelan, sin consuelo, vocablos vulnerados.
¡Ay, que en ellas, advierto, la afonía del beso!.
Entre tu boca y la mía,
habita, para siempre, el silencio.

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