Iré calle arriba,
allí, donde el agua se desliza por la piedra
que, tosca, se aferra al barro,
allí, donde son más leves los días de lluvia.
Allí, serás mi olvido
Iré calle arriba,
allí, donde los árboles crecen boca abajo,
donde las arterías convergen en el ocaso
y las enredaderas vierten,
su oxígeno en las aceras.
Allí, serás mi olvido.
Iré calle arriba,
no habrá quien talle tu rostro en mi frente
serás, mi memoria en el asfalto desnudo,
en el último verso, recordaré tu tacto sin retorno
no te reconoceré entre todos los astros.
Allí. serás mi olvido.
Iré calle arriba,
allí los canarios hablaran de lirios,
allí los lirios volaran, igual que los pájaros,
y el tiempo, en los relojes del óxido,
buscará el sable y la materia.
Allí serás mi olvido.
Iré calle arriba,
y las fuentes derramarán jazmines
en el asfalto justo de las sombras.
Allí serás mi olvido, allí serás mi olvido, allí serás mi olvido.
¡Qué bello poema! Hermoso blog. Un placer leerte.
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