POETA

Viértete en la corriente, silba entre las semillas,
llama al aire, besa la huella impasible de tus ancestros y escribe:
que sabrás caer colina abajo; 
que aprenderás a levantarte al son del grito que calma la tierra,
y que dejarás libre el llanto a los lados del camino.
Versifica la pena y la herida con los ojos de tu esencia.
Vuelve a la vereda y mira la lluvia que cae y empapa tu rostro,
y sobre la corteza latente del viejo roble,
deja escrito, al mundo,
que la amaste sobre todas las cosas:
más allá de los trigos, mas allá de los días,
más allá del todo, mas del tiempo transcurrido...
Construye, pues, un nuevo poema, un nuevo “te quiero”.
Viértete en la corriente
y besa las sílabas impasibles de su nombre.
Y cuando todo esto ocurra, mírate de nuevo
y verás a un poeta...