lunes, 22 de febrero de 2010
DOS DIAS
Y pasaron los días, tan iguales, tan precisos,
que, de ellos, las parejas tomaron los besos;
pasaron mil ciudades, vestidas de lluvia,
parecidas unas a otras como clones de lágrimas,
como gotas que advierten la sequedad del asfalto.
Pasaron las horas, perdiendo horizontes,
tomando del vuelo la alegría, la suerte
y la memoria que, en tiempos, detuvo las guerras
con miradas gentiles
o con sonrisas abiertas en tu cara y la mía.
Y así fueron, los días, transcurriendo a tu lado,
generando otros días, más soleados si cabe
que hablarán de las cosas del amor y sus musas.
Ahora sentirás las mañanas, tan distintas, tan iguales,
que no sabrás si es que fueron ayer o son hoy,
o simplemente que así, tu y yo las quisimos.
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