Tú
eres el poeta. –aseveraste con la onda expresión de una sonrisa-
Si me
sigues mirando así, yo seré tu poeta. -Te respondí-
Y si
vienes a mí, seré
la furia
que repose en el légamo de tus senos,
las
nacientes horas de tu cuerpo junto a mío,
el sol
que derrote al crepúsculo en la
primavera de tus dientes.
Y si me
acaricias, seré,
la rama
ardiente donde more tu tacto,
la raíz
que proclame su existencia
en la savia
desnuda de la tierra.
Si me
hablas, seré,
el
códice de los sentidos,
la
lengua que concibe a diario,
la voz
secreta de la saliva.
Seré el
acantilado donde derrote la quimera,
la lenta
agonía del agua,
o la
espuma que acaricia
la fría
altivez de la roca.
Yo seré,
cualquier cosa que se te antoje,
si
vienes a mí, con los labios secretos del beso.
Si sigues escribiendo así pepe me tendras como seguidora fiel...
ResponderEliminarComo siempre tus versos atrapan poeta
Un abrazo
Stella
Hola Pepe, cada vez que te leo, me fascinan tus versos y los guardo en lo riconcito del alma.
ResponderEliminarUn aberazio desde mi distancia, mi amigo inolvidable.
AZUL