Yo acuso, a la
tierra, por tocar fondo,
la acuso de idear quimeras,
de parir uniformes
cubiertos de estragos.
-¡Ay! que este temblor mantenga mi boca fuera del agua.-
La acuso de combatir la esencia de los violines,
el fuego musical de las gaviotas,
la tarde con su pronta melancolía.
Yo acuso, a esta tierra,
de arrojar huracanes contra el júbilo.
de arrojar huracanes contra el júbilo.
De enardecer al hombre
aquel que sostiene, entre sus dedos, el odio del combate.
La acuso de ser bondadosa,
por acunar sierpes, banderas patrias y los gatillos de
las fieras,
de amamantar a los mediocres
y de no educar la frente del asesino,
que mantiene, sus privilegios, su casta de sangre,
Yo acuso, a esta tierra, de no saber defenderse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario