miércoles, 26 de octubre de 2011
Senectud
Cuando los años invadan tu cara
de enjutos y amorosos labios,
cuando la palabra, busque,
en el gesto, el acomodo de todo argumento,
sentirás que tu existencia se viste de surcos
como lánguidas madejas de piel y tiempo;
recodarás entonces que fuiste joven,
que la quisiste en aquellas tardes
cuando en tu sonrisa llevabas
prendida, con asombro de todo, la primavera,
recodarás, entonces,
que ella te quiso
igualmente en el beso,
en el salvaje latido de la cercanía.
Cuando la vida alcance su solsticio de invierno,
cuando la voz se haga más lenta y pausada,
y el frío habite en tu ajada piel,
yo se que volverás a la tierra
donde tus padres besaron tu nombre,
retornarás al sueño y los madrigales
y habitarás por fin en la memoria
de otro corazón que remonte la vida.
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Gracias Pepe por estas joyas.
ResponderEliminarQuerido amigo Pepe, acabo de leer tu maravilloso poema y quiero felicitaRTE, SIEMPRE ADMIRA LA EXCELENCIA DE TU PLUMA.
ResponderEliminarBESOS Y BENDICIONES
Azul
Gracias Dora, Gracias Pedro por tan generosas palabras.
ResponderEliminarSaludos