viernes, 29 de octubre de 2010

Sigue camiando del libro "Dana, o luz detenida"


No mires atrás, sigue tu camino,
deja en labios pretéritos
la efímera sílaba que quebró tu nombre
Da un paso más, y otro; tu puedes
deja que la huella alimente la escarcha,
escribe sobre los vocablos de cada individuo
que estás aquí, que aún resistes las embestidas.
Vive amigo mío,
deja en tu boca la fiel escultura de un beso,
pues aún te queda en su comisura
los restos de la risa.
Vamos, camina, busca entre tus semejantes
los ojos venideros de la amada,
y cuando respires, que el oxígeno,
cante en tus pulmones.
Y cuando lo hagas, amigo mío, ama con todo tu aliento,
y así, cuando llegue tu hora, sabrás que has vencido.

jueves, 28 de octubre de 2010

Las Calles, del libro "Los versos de la ausencia y la derrota"



Mis calles, ¡ay!,
no son las de antes; tienen hambre,
navegan abandonadas de besos
y se consuelan mirando
un océano de ventanas vacías.
Tus calles están alerta,
pincelan la luz
con sus largas trenzas de sombras;
ya atardecen en las terrazas
donde tiritan las antenas frías.
Nuestras calles de entonces lo invaden todo,
afónicas rugen con su olor de alquitrán
y tienden sus manos para escribir en el viento
que todo es un sueño de melancolía.
Calles que palpitan,
dejando pintadas en paredes diáfanas
el aleteo de los pájaros que trinan en árboles de acero
mientras la vida, busca el monótono tic- tac de los días.
Mis calles, tus calles, nuestras calles,
inundadas de luz y de viveza
nos amaban desde los tiempos
ya lejanos que amargan los adjetivos
y buscan nuestras voces en la lejanía.

lunes, 25 de octubre de 2010

Entrevista a Juana Corsina en la revista Zig-Zag.


En la fotografía se puede ver a Juana Corsina posando junto a una escultura que lleva sus versos. La escultura está en los jardines de San Francisco (Ferrol) y es un homenaje a las víctimas de la violencia machista.



http://www.zigzagdigital.com/personaje/juana-corsina-poeta


Juana Corsina, poeta “Lo más importante es que mis versos traspasen la página y lleguen al corazón de quien los lee”

Juan Corsina nace en Ferrol (La Coruña) en 1958. Poeta vocacional y apasionada, desde hace cuatro años difunde su obra en distintos foros y actos públicos, consiguiendo diversos premios literarios entre los que destaca el “IV Premio de Poesía sobre la Mar” en 2010. Es coautora de las antologías “Días de sol” y “Poetas en libertad” y ha publicado en solitario “Vaguadas del pensamiento” y “Ángulo Muerto”, éste último publicado por Alfasur y del que se sale a la venta su segunda edición. Coincidiendo con esta reedición Juana Corsina ha viajado a Extremadura, del 21 al 26 de octubre, para presentar su obra en distintos lugares de Badajoz, Mérida y Cáceres.

¿Qué ha supuesto para ti la publicación de tu segundo poemario “Ángulo Muerto”?

Conservo cuadernos llenos de poemas que comencé a escribir con tan sólo trece años, a partir de la muerte de mi padre. Estos versos fueron el desencadenante que me hizo comprender la diferencia entre lo que rutinariamente hablaba con las personas que me rodeaban y el sentimiento que, con un lenguaje diferente, se convertían en poesía. Explico todo esto, para darle el justo valor al hecho de que hoy, esta poesía que siempre ha viajado conmigo, esté al alcance de todos en forma de libro. Durante muchos años no leí a nadie mis poemas, fue algo íntimo y guardado tan celosamente que, sólo la familia, conocía mi necesidad de escribir. Hace cuatro años comienzo a exponer mis poemas y a dar recitales, desde entonces hasta “Ángulo muerto” hay un sueño secreto que se hace realidad, gracias a la Editorial Alfasur de Pinto.

¿Estás satisfecha con la acogida que está teniendo, tanto de ventas como de crítica?

Estoy muy agradecida a quienes han comprado mi libro y se acercan para decirme que han hecho suyos los poemas. Eso es lo más importante, que mis humildes versos sean capaces de traspasar una mera página de un poemario y llegar al corazón de quien los lee. Las críticas y las ventas son esenciales para caminar con “Ángulo muerto” y, ante mi sorpresa, están siendo muy generosos conmigo.

La temática de tus poemas es variada, pero hay un ‘leitmotiv’ recurrente, que es el tiempo y todo lo que su paso supone (la vida, los recuerdos, etc…).

Dentro del tiempo, se van escondiendo las realidades y los anhelos y sólo viajando en ese tiempo es posible encuadrar los sentires, de esos instantes que se han de reflejar en la poesía. Tal vez, por eso, mis poemas -sociales, de amor o, desamor, de vida y denuncia o simplemente de sueños- estén escritos desde la mirada implacable de ese “Cronos” que se hace dueño de la vida misma y reaparece siempre ese ‘leitmotiv’ que tan acertadamente citas.

Divides el libro en dos partes. La primera y más extensa es la dedicada a la poesía contemporánea, de verso libre. La segunda es lo que llamas poesía clásica, que responde a los cánones de la métrica y la rima clásicas. ¿Dónde te sientes más a gusto?

Entiendo la poesía como la melodía de los pensamientos, y esa cadencia es muy diferente en la poesía clásica y en el verso libre. Los poemas estróficos con métrica y rima, me apasionan en su concepción, no podemos olvidar que son la cuna y semilla del posterior verso libre, que nace con un sonido diferente y rebelándose contra las formas clásicas para centrarse en otras reglas que rompen- sirva la redundancia- las propias reglas poéticas. Por eso, he querido separar en “Ángulo muerto” estas dos estructuras; aunque, es obvio que ambas me llenan y completan a la hora de hacer poesía. Cuando me pongo a escribir, me llega ese ritmo y según el momento surge mi poesía de una u otra manera pero, reconozco que me siento más cómoda siguiendo las reglas de la poesía contemporánea.


José Cercas prologa tu libro y participa en tus presentaciones. Es, en definitiva, un valedor de tu poesía. ¿Qué está suponiendo para ti su apoyo?

José Cercas representa para mí la Amistad Poética., siempre ha habido entre nosotros una empatía a la hora de entender la poesía. Pepe fue quien me sugirió que enviara a la Editorial Alfasur mi nuevo poemario. Y, ahí está… La generosidad de José Cercas, contrasta con la competitividad, la rivalidad y el egocentrismo que se respira en muchos de los ámbitos del mercado literario. Qué un poeta de su categoría, a quien admiro profundamente, haya prologado mi libro, supone para mí mucho más que el recibir sus halagadoras palabras a mis versos. Pepe se ha implicado en mi libro, y desde su posición de poeta reconocido, me acompaña ahora en un hermoso periplo poético a través de Extremadura. Y junto a José cercas, otros grandes poetas y amigos como Antonia Cerrato Martín-Romo y Plácido Ramírez Carrillo, me acompañan en esta presentación. Con mucho orgullo puedo decir que José Cercas, además de un gran poeta es un gran amigo.

Este año has ganado el IV Premio de Poesía sobre el Mar. ¿Qué ha significado para ti este reconocimiento?
Para mí, supone el que se conozca en Ferrol - mi querida ciudad – mi poesía. Ya comentaba, al principio de la entrevista, que nunca había dicho a nadie que escribía poemas. Por eso, ahora que salgo con los versos en la mano y en el alma, me ha encantado recibir este reconocimiento por una entidad de tanto prestigio como es la SAF (Sociedad Artística Ferrolana) a la que daré las gracias personalmente en la próxima entrega del mismo.

Te mueves mucho en blogs y foros en Internet. ¿Qué crees que aporta Internet y las nuevas tecnologías a la poesía?

Internet es un espacio diferente y está suponiendo un avance en los conocimientos, aunque creo que se valora de forma insuficiente. El acceso a la información es instantáneo y encontramos una fuente inagotable de aprendizaje y de difusión, compartiendo experiencias en los foros y accediendo a importantes revistas virtuales. Desde mi perspectiva, observo una gran necesidad de comunicación e intercambio. Como administradora del foro “Poetas Universales” noto la imponente necesidad de muchos poetas de ser leídos. Y, como todo avanza, surge también la necesidad de una comunicación oral y por eso he creado una emisora de radio desde la cual se pueden escuchar los poemas recitados de autores clásicos y actuales. Creo que el mundo de Internet es “un gran mundo”.

Por último, ¿para cuándo tu tercer poemario?.

Ese tercer poemario ya está listo. Pero dejemos que “Ángulo muerto” disfrute un poco más de ese paseo que ha iniciado.

martes, 19 de octubre de 2010

Si ella quisiera mirarme





Si ella quisiera llevarme en su regazo,
si tuviera labios para besar mi frente,
o manos de barro con suaves y profundas raices
que supieran acariciar los cabellos blancos de la vida;
si ella levantase de las calles el verbo
y acercase, del fruto, su labio prohibido
a la boca hambrienta de los labios que procuro;
yo bebería su néctar,
escalaría sus montañas
y besaría sus pétreas cumbres
pues sólo entonces me sentiría hijo de mi tierra.
Si ella quisiera mirarme con los ojos del suspiro,
¡ay! si ella quisiera mirarme.

jueves, 14 de octubre de 2010

Desde mi aurora diviso la vida



Mira que en los labios no hay relojes,
ya no quedo a la hora en punto
en tus ojos de artículos enamorados;
ni subo a los campanarios para ver la primavera,
ni tañen las campanas por los días venideros.
Mira que el tiempo no para,
ya no se dibuja en los vértices de tus labios
el hondo verbo que te anuncia mi presencia;
no intuyo tu piel enamorada,
y tu doliente tacto me aparece ya relegado
a los versos rotos de las estaciones.
Mira que no veo tu figura retenida
poblar de nubes mis besos serenos
ni a tu furia de agua dejar
un arco en el iris de mis ojos;
no trinan los pájaros en las ramas del aire,
ni en tu brazos se agitan victoriosas las azucenas.
Mira que ya presiento tu pasado;
desde tu crepúsculo diviso el alba,
desde mi aurora la vida.

martes, 12 de octubre de 2010

La casa triste

http://digitalextremadura.com/not/3731/la_casa_triste/




La casa esta triste,
observa el viejo ladrillo que llora en la calle,
y la piedra que, cubierta de musgo,
esta tendida en el tiempo de una esquina;
con sus ojos abiertos,
los postigos cuelgan ya solos del asombro.
La casa está triste;
de un balcón cuelga una lágrima,
de otro, un día triste como tantos,
y penden sombras que dejan crepúsculos
en los ángulos abandonados de la tarde,
mientras una raída cortina danza en las arterias,
como si el tiempo cabalgase
en su amarillento lomo de hilo.
La casa está triste;
clavada en el lodo
recuerda viejos tiempos
cuando la algarabía venía
abriendo sus ventanales blancos,
cuando crecían en su jardín
flores de sonrisas enamoradas,
árboles en cuyos frutos moraba la risa.
La casa está triste
aquellos tiempos azules se perdieron
cuando la vida dejó postrado
al último de sus habitantes
y se perdió en las calles del sollozo
bajo el triste lamento de las campanas.
La casa está triste;
El silencio habitó el vacío,
lo cubrió de polvo y tiempo
y dejó, tan solo el viejo calendario
marcando para siempre los días pasados.

domingo, 10 de octubre de 2010

jueves, 7 de octubre de 2010

Intuyo (del libro, los versos de la ausencia y la derrota"



Intuyo en mi boca las sombra de un beso
en el letargo de la tarde que precede a tu ausencia,
y mis palabras que, en un tiempo enamoradas,
hoy abandonan la afonía que acalla mi voz
Intuyo las miradas huidizas que te evocan,
perdidas en el largo tic- tac de los inviernos;
otra generación que se hunde, otro amor
que se desploma, calladamente, en el ocaso.
Intuyo en tus pupilas las lágrimas que te invaden
y quieren poblarte antes de que la primavera
busque tu brote exacto en el centro de mi cuerpo,
antes de que tu manos cubran la longitud de mi cara.
Intuyo la risa sometida al rictus de mi presencia
la memoria alerta, dormida en la palabra que me abate,
un lamento que crece en el aire y un quejido,
pues está triste la voz con que me entrego.

martes, 5 de octubre de 2010

domingo, 3 de octubre de 2010

La espera de Manuel (De mi nuevo libro, los cárdenos versos de Caín)






La espera de Manuel

Manuel hace tiempo que se siente mal; no le gusta ya su trabajo y las cuestas hasta la empresa se le antojan cada vez más empinadas, más tristes, más llenas de esa neblina espesa y parda que le hacen ver los caminos con el color de la melancolía.
Por fin llega a su meta; no mira hacia atrás, ¿para qué?. Mientras se incorpora a su puesto de trabajo, no evita pensar en la hora de volver a su tierra fría, a su casa de campo llena de oxígeno y vida. Frente a él tiene a su jefe con una media sonrisa que se le antoja maliciosa, de esas que necesitan los pobres de espíritu para sentirse algo en la vida, de esas que te dicen “ves, lo poderoso que soy, ves como te amargo la existencia”
Sigue adelante, lleva la carga de los hierros que le han impuesto, pero sabe que sin él esta cadena de producción no funcionaría al cien por cien, porque todos los expedientes que sostiene en sus manos deben llevar calidad humana para que funcionen correctamente y eso parece que se les ha olvidado tanto a su jefe, como al recadero que lleva las herramientas de aquí para allá, como a los compañeros de otras secciones, que por buscar el agrado del señor de los anillos, tratan de desactivarle para que cada vez funcione peor, para que cada vez se le hagan más largas las cuestas.
Le imponen nuevo horario; su casa, cada vez más lejana; la sonrisa del jefe más maliciosa; el obrero de las carpetas sin ortografía, más guardián de ultratumba...
Aquí se cuece la tristeza, se palpa la ansiedad, y la mentira reina en cada esquina; Manuel aún tiene la esperanza de que la justicia actúe y el orden vuelva a su sitio y en esa situación, espera y espera…