lunes, 31 de enero de 2011

Inundando Aldeacentenera de poesía

En Aldeacentenera, parece que de un momento a otro, aparecerá Viriato

José Cercas

Antonia Cerrato


Plácido Ramírez
José Luis Esparcia

domingo, 30 de enero de 2011

TE VAS



Feria del libro de Badajoz

Mayo 2009

TE VAS

Refulgen, en tus ojos, los páramos del otoño,
las hojas se aferran a los árboles fríos
y las lágrimas penden como estalactitas
de los ojos tristes donde emergen los lamentos.
El tiempo no para;
las llagas mueren en sonoras cicatrices
y un beso huido mece los párpados del poniente.
Tú te deslizas en sombras por los colores de la noche
con las manos tristes que cautivan la tierra.
Te vas para siempre, ese es tu destino;
mi mirada cubre tu perfil marchito,
los caminos solos de la lluvia
y los lentos pasos del llanto.
Te vas sin testigos, sin ocasos, sin albas,
y te pierdes en la soledad serena de una noche en calma.

jueves, 27 de enero de 2011

A Extremadura









Ella es mi tierra.
Hundo mis manos en el suelo
y levanto al aire su perfil sonoro.
Allí donde madura el alcornoque
y rezuma la higuera su fruto de miel y azúcar,
donde el olivo besa desde la historia el surco del lamento,
donde la encina danza desde las raíces del llanto;
allí habita mi tierra.
Es natural como las mieses que cubren los ejidos;
su corazón está forjado por el acero que remueve el surco
y en su pecho cada día nacen guitarras que trovan despertares.
De su terreo vientre brota la aurora,
la palabra dividida y el sempiterno beso.
Yo pronuncio su nombre en el tiempo,
lo escribo en las paredes donde surgen mares olvidados,
donde sus árboles remueven el oxígeno.
Ella es mi tierra;
es un jilguero con el olvido en el pico,
es una llanura cubierta de amarillo, ¡y es azul!,
y es un desnudo arco iris que muere en el instante.
Son sus poetas que lloran versos infinitos
son jinetes, cientos de jinetes rompiendo el silencio.
La cubren las cicatrices de guerreros tristes
y la pueblan los ecos allende los mares.
Geranios rojos inundan las vidrieras
y una torre que decrepita rompe el horizonte.
Es alegre, es mi madre y mi hijo y mis hermanas,
y la boca de mi hermano que huyo del aire,
y las rosas que cubren los ojos de mi padre.
Hundo mis manos en el suelo
y levanto al aire su perfil sonoro,
porque ella es mi tierra

lunes, 24 de enero de 2011

A Santa Ana, mi pueblo. Poema publicado en el libro "Los versos de la ausencia y la derrota"







Mi pueblo es la historia anclada en la tierra,
el silencio que rinde sus letras en las calles del viento,
la infinita dehesa donde se cobija
el molino cubierto de agua y musgo
y su puente labrado en el eterno granito.
Mi pueblo son los hierros
que, de óxido, lamen las ventanas,
un racimo de geranios que cuelgan
de los balcones rotos expuestos al aire,
la lagartija errante que trepa por las encaladas tapias
y el agua que mana en los gélidos arroyuelos
buscando su ocaso frente a los adarves.
Mi pueblo es el calor de la siesta
o el frío de tiempos pasados,
las cartas que no se escriben,
pero se cantan en tardes de baraja.
Mi pueblo son sus gentes,
hombres y mujeres que labraron el surco,
aquellos que partieron en pos de un sueño
y los que dejaron los vientos y las flores
para abrazar la tierra y sus orígenes.

sábado, 22 de enero de 2011

El hombre que me habita




Después de recorrer el mar por la playa escrita,
por los montes, los valles que trabajan las horas
y la fragua donde el fuelle labora canciones de miel…
Después de perder otro día,
aquel en que los almendros blanquean sus flores
para convertirse en semilla que alimenta más vida…
Después de saber que el fruto es más un puente que una poesía,
que la risa transita entre los muros de otras risas
y la azada tiende su voz sudorosa
en paredes solitarias o cuelga del orgullo
a pesar de romper la tierra y quebrar el surco…
Después, tú y yo;
porque ya no habrá tantos después que contarte,
porque siempre es después y pasado al mismo tiempo,
porque una nube blanca pasa por mi memoria,
acaso después de quererte…
Después de todo y más aún, después de nada,
pongo en movimiento los astros y los besos,
los ojos que abandonan contigo soledades
pues voy, como siempre, a la playa del llanto
buscando abrir los candados del destierro
y alineo el paso a la vida, porque así lo sé escrito,
porque así camina el hombre que me habita.
Después de todo, al final,
la guadaña siempre precede a la muerte.


Recitado por el autor


miércoles, 19 de enero de 2011

Ya la lejanía





Ya no quiero tu nombre en mi boca,
ni la nieve callada en las alturas,
ni el viento cuando pasa y deja
la suavidad de su brisa.

Ya no quiero tu contorno perdido
fundiéndose en mí recuerdo,
ni el fuego, que, en las entrañas,
acaricia la penúltima tarde de tus ojos.

Te pierdes detrás de cada instante,
te vas del tacto que no solicito,
abandonas las calles que no profano,
Y dejas tu perfil llorando en mi retina:
tu nombre en avalancha
y la elegía a un beso.

Ya luces ante mí,
el exacto lugar de las sombras,
la calma que me habita
y la lejanía. Ya la lejanía
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martes, 18 de enero de 2011

Naciste (a mis padres) "los versos de la ausencia y la derrota"






Del barro certero que moldea la semilla
te hiciste hombre;
como tal bebiste el agua,
comiste el fruto,
respiraste tiempo en palabras veladas,
de ese modo llamaste a la puerta del alma
y te abrió una mujer vestida de alegría;
la besaste en el lecho prohibido
donde el viento gemía constelaciones de amor
y, como tal, la vida se hizo eco de aquellas pronunciaciones,
de ello nació el hijo y se hizo hombre…
así imparable la existencia te besó en cada nacimiento.
Naciste y, como tal, te hiciste vida.

domingo, 16 de enero de 2011

La paz reclamada









La paz reclamada

Dono este poema con toda mi admiración y cariño
al proyecto cultural "Iniciativa para una cultura de paz"
PROYECTO AVALON

Convoco, hoy, al hombre que quiere ser libre,
a la mujer que lleva, en las entrañas, un hijo,
al niño que teje, amorosamente, una sonrisa.
Convoco el día donde sueñan los pájaros,
la tierra que alimenta el perfil del forraje;
quedan convocadas las esquinas para el beso.
Convoco las horas venideras,
una a una, nacientes en sus cunas,
una mirada, un gesto y una palabra detenida.
Convoco la libertad, en sus leyes de algodón
y, en los aires, la paz reclamada,
a los mortales que firman con el nombre de la concordia,
al alimento que lleva incrustado en homenaje,
el seudónimo libre del individuo.
Convoco la paz del júbilo y la risa,
la paz izada sobre los hombros,
a Picasso para que pinte su paloma serena,
la paz cubierta de trigo
y un beso cubierto de paz.

jueves, 13 de enero de 2011

Detrás "Los versos de la ausencia y la derrota"




Detrás de la torre que asume su historia,
de las sombras del abeto cuando cae la tarde
y de las hojas dormidas en el jardín del silencio.
Detrás de aquel verso que no supo escribir su poema,
del niño que canta con voz de madrugada
y del agua que de pura te besa y te limpia.
Detrás de todos los labios que se enamoran,
de una canción de cuna en las noches de insomnio.
Detrás tú, porque así cumplirás tu destino,
palpitando en sonrisas que petrifiquen amores;
irás y vendrás navegando en los mares
o en tormentas que atraquen en urgidas querencias,
y el miedo quedara huérfano con su llanto al aire;
entonces… una palabra me dirás detrás del recodo;
yo recorreré tu voz deslizando mi lengua
como almendro florido que extienda sus ramas
para ofrecerte su miel juvenil y cautiva.
Detrás siempre el hombre que a fuerza de pensar, proclame,
que amándote la vida llevara en sus labios, tu ausencia.

miércoles, 12 de enero de 2011




El olvido hace poderosos a los necios, no olvideis a Haití, no hagais el juego a los impresentables señores del dinero

martes, 11 de enero de 2011

Me dices





Me dices que no alcanzas a cobijar en tu pecho,
la quebrada luz de mi imagen,
ni a someter mis labios a los tuyos,
que todo es pasado, que todo es olvido.

Me dices que mi tacto se escapa
y que apenas puedes recordar,
aquellos lugares, donde tú reías con la risa de la vida,
donde, observabas, como magnánimo,
pasaba del horizonte.

Me dices que yo callo y que no retorno
a la profunda orilla del verbo amar,
con los labios de una juventud derrotada,
con las manos sosegadas de la memoria,
con los ojos que vieron un día, ya lejano,
tu cuerpo pretendido.

Me dices que no olvide, acaso, estos versos que te dispenso,
en el ingente papel del instante,
donde fluye, bajo la tinta, tu figura de antaño y su contorno.

Me dices que no me vaya todavía,
como si tu boca y la mía no supieran,
que todo lo que nos queda en esta ausencia,
son lugares pretéritos,
son tiempos vencidos.

domingo, 9 de enero de 2011

La poesía debe tomar partido hasta mancharse






Como diría Gabriel Celaya, toma partido por la poesía, partido hasta mancharte. Maldigo a los poetas provincianos que lo único que les preocupa es que si los poderes gubernamentales les publican más a este (que es más malo que yo) que al otro. A mí sólo me publican los que creen que la poesía tiene movimiento y vida. Salud para ellos

sábado, 8 de enero de 2011

Haití, aún existe



Si le dais al play, oiréis el poema cantado por Silvia Occorso











Terremoto;
enormes pies de gigantes, pisan,
las tumbas de los padres,
la tierra de los hijos.

Terremoto;
la higuera está baldía,
la casa desierta y muda,
el polvo libre y deshojado
acuna la palabra dolorida.

Terremoto;
te-rre-mo-to;
tres tristes tigres huyen
de la T que los aterra;
-tromba de tierra, terca atrona-.

Terremoto;
calla y dormita
en tu légamo de espanto para siempre.

jueves, 6 de enero de 2011

Desde mi aurora diviso la vida








Mira que en los labios no hay relojes,
ya no quedo a la hora en punto
en tus ojos de artículos enamorados;
ni subo a los campanarios para ver la primavera,
ni tañen las campanas por los días venideros.
Mira que el tiempo no para,
ya no se dibuja en los vértices de tus labios
el hondo verbo que te anuncia mi presencia;
no intuyo tu piel enamorada,
y tu doliente tacto me aparece ya relegado
a los versos rotos de las estaciones.
Mira que no veo tu figura retenida
poblar de nubes mis besos serenos
ni a tu furia de agua dejar
un arco en el iris de mis ojos;
no trinan los pájaros en las ramas del aire,
ni en tu brazos se agitan victoriosas las azucenas.
Mira que ya presiento tu pasado;
desde tu crepúsculo diviso el alba,
desde mi aurora la vida.

martes, 4 de enero de 2011

La sierra de Santa Cruz,





La sierra es la vida que pasa,
un tic- tac del reloj sin nombre,
aquellas manos, que, en una época,
fueron codiciadas por las mías,
los pasos del día, los pasos perdidos.

Es la altiva mirada del alcor,
te observa desde la lejanía,
desde los profundos ojos del viento,
es el tiempo cuando te evoco.

La sierra atraca junto a la dehesa y la ocupa,
la sierra reina sobre tu calle detenida,
ya no se ve escrito tu nombre en las paredes,
¡ella no sabe cuánto te amé!
¡ella nunca supo, porque te quise tanto!.

La sierra es un lamento,
que dibuja en tu pelo su perfil de sombras,
es tu boca y la mía
que acaso una vez se quisieron,
que acaso una vez se tomaron
ungidas por los besos,
bajo la sierra dormida,
bajo la sierra