sábado, 30 de agosto de 2014

NO ESTÁS CONMIGO




Miro a mi lado y no estás conmigo
cuando apenas dejo de escribir tu nombre,
cuando retorno al verbo que se hunde en mis labios,
cuando abre el silencio sus abismales sombras,
cuando pienso en la última tarde del beso,
en la última noche de tu cuerpo sobre el mío.
Miro a mi lado y ya no estás conmigo
en esta sala donde se agita la soledad,
donde la vista se vuelve brisa y acaricia los olivares,
donde los relojes danzan y tintinean en los cerros del horizonte,
donde los ojos buscan la longitud de tu sonrisa,
donde los labios emprenden el vuelo
y aterrizan en paredes húmedas, en muros de sílice;
cuando miro al frente y no estás conmigo.
Que no calle el perro, que maúlle el gato de la sementera,
que ruja la lluvia es los acantilados del lamento,
que un pasillo de pámpanos acaricie tus manos de nieve,
y que llore este invierno si así se acaba la tarde.
Danza tu nombre en los arrabales,
se acaba este retiro,
la pena vuelve a su jardín de cenizas,
los ojos parpadean, llorosos, bajo las escarcha,
porque tu no estás conmigo,
porque tu ya no estás a mi lado.

lunes, 18 de agosto de 2014

Entrevista en el periódico Extremadura


Si no saltas por miedo al golpe, 

jamás conocerás tu verdadero grito"

José. Cercas


Vaquero 16/08/2014

Nacido en Santa Ana (Cáceres) en 1959, José Cercas es un poeta cercano, como la propia tierra que defiende, y el hondo como el cerrado acento extremeño de sus palabras. Entre sus libros de poesía destacan Primavera 81 (1981), El tiempo que me habita (2006), Todas las manos .Antología poética y solidaria (2007), Dana o la luz detenida (2011) y Oxígeno (2011). Es colaborador habitual de distintas revistas extremeñas e hispanoamericanas; y siempre está dispuesto a dar un rato de conversación, intercambiando poemas y simpatía, y dando importancia a las cosas que de verdad la tienen. Ejerce de educador social.
--¿Cómo se define José Cercas?
--Creo que soy una persona buena muy comprometida con la actual situación del mundo.
--¿Pesa mucho un apellido a la hora de convertirse en escritor?
--Al principio tal vez, un poco, pero con el paso del tiempo, la gente se olvida del apellido y mira al escritor. En este caso al poeta.
--¿En qué ha cambiado el poeta que escribió Primavera 81 al de Dana o la luz detenida ?
--Bueno, mucho y poco a la vez, los primeros versos eran espontáneos, más bien buscando una salido y un motivo. Ahora son más pausados y más asentados en la tierra.
--¿Los versos de la ausencia y la derrota son un canto a la esperanza?
--Son más bien un canto al amor herido. Se gestó después de mi separación matrimonial. Y sí, es una canto a la esperanza. Así se llama mi exmujer risas.
--¿Cuál es la situación actual de las letras extremeñas?
-- Creo que muy buena, hay algún trasnochado que cree ser el ombligo del mundo, pero por lo demás, opino que se está haciendo muy buena literatura en Extremadura.
--La crisis es precursora de malos tiempos para la lírica?
--La crisis para la lírica tiene algo bueno y es el grito del artista, la protesta que lo saca de lo mundano y lo lleva a las calles con el pueblo. Eso es bueno, muy bueno.
--Hay demasiados ególatras en el universo de la poesía?
--Mucho, hay mucho tonto cubriendo estantes llenos en las bibliotecas vacías.
--¿Es posible una creación literaria ajena al mundo político?
--Lo es, pero para mí le falta la sal de la vida.
--Un recuerdo de la infancia.
--Mi pueblo polvoriento en mágico.
--Un reto como escritor.
--Que el niño sea niño a pesar de la vida.
--Una reflexión ante la vida.
--Un axioma que escribí hace muchos años: "Si no saltas por miedo al golpe, jamás conocerás tu verdadero grito"
--Una anécdota divertida.
--Supongo que cuando llegué por primera vez a trabajar a Valencia, con mi acento extremeño. Le dije a mi gran amiga Elena, en aquel momento desconocida: "me llamo José Cercas y vengo a trabajar aquí". Ella me decía una y otra vez, ¿qué, qué? No entendía mi acento extremeño. Muy cerrado, muy mío. Muchas veces me lo recuerda.
--Un rincón de Cáceres donde sentir la paz.
--Para mí Cáceres es mi vida. Yo viví y corrí esas calles de chico y amo a Cáceres por encima de cualquier ciudad de España. Rincón, pues cualquiera de la parte antigua.
--Un libro de cabecera.
--Cualquiera del 27 me viene bien.
--¿Cómo te gustaría que te recordaran?
-- Como un hombre bueno, muy amigo de sus amigos.
--Un lugar donde reposar para siempre.
--En mi pueblo, claro.

sábado, 16 de agosto de 2014

EL MUNDO


El mundo va desnudo, va cubierto de sangre,
es Mahoma, es Cristo, es Buda,
es el mazapán que muerde la nieve,
es la sangre que, a veces, baila en la contienda
y cubre el cuerpo de la víctima detenida en el barro.

El mundo va desnudo, va cubierto de sangre,
la sangre va desnuda, va cubierta de mundo.
Todo lo rodea y alcanza, todo lo espanta,
habita el cuerpo infante detrás del bombardeo.
Con la ira del sable, devora las calles
y acomete el pensamiento frutal de los lirios.

El mundo va desnudo, va cubierto de sangre,
su gatillo puebla la voz de oriente,
tiene un dedo en la soledad del templario,
y en Occidente, tiene la palabra,
el eco desbocado, la ira del asesino.

El mundo va desnudo, va cubierto de sangre:
¡oh, padres de las patrias!; ¡oh, capitalismo infame!
¡oh, guerreros del fuego!; ¡oh, reyes del improperio!.

Vuestra,es la sangre del mundo,
la hora del agua, del martillo sobre la arena,
de la nube y el trueno que esperan detrás de la orilla,
de la luz detrás de la nube,
de las sílabas detrás de los ecos de la muerte.

Pague, el mundo por este mundo, su sentencia de sangre:
-Un viejo guerrero va y viene, alzando su voz y su cuchillo-



jueves, 14 de agosto de 2014

YO ACUSO A LA TIERRA




Yo acuso, a la tierra, por tocar fondo,
la acuso de idear quimeras,
de parir uniformes de fuego,
de abrir heridas al son de la sangre.
-Ay que este temblor, mantenga mi boca, fuera del agua.-

La acuso de combatir la esencia de los violines,
el fuego musical de las galaxias,
la tarde con su pronta orfandad.
-Ay, que este temblor, mantenga mi vida, fuera de la incuria -

Yo acuso, a esta tierra,
de arrojar, a la furia, cuerpo contra cuerpo.
De enardecer a ese hombre
que sostiene, entre sus dedos, el odio del combate.
-Ay, que este temblor, mantenga mis manos, fuera de la lucha-

La acuso de ser bondadosa,
de acunar sierpes,
banderas patrias y los gatillos de las fieras,
de amamantar a los mediocres
y de no educar la terca frente del asesino
que mantiene, sus privilegios, su casta de sangre,
Yo acuso, a esta tierra, de no saber defenderse.
-Ay, que este temblor, mantenga mis manos, fuera de la batalla-

jueves, 7 de agosto de 2014

PARA LA REFLEXIÓN: LA CÍCLICA VERDAD DE LA SANGRE.

Aquella aciaga noche, en el campo de concentración,
cuando levantó, su mano de hacha, el asesino,
te dijiste detrás de las sombras:
¡nunca más volveré a esconder mi ira!
Y volviste a tu tierra a recobrar tu libertad
y recuperaste, de nuevo, tu dignidad mancillada
y volviste a recordar tu promesa de antaño:
¡nunca más volveré a esconder mi ira!
Te apropiaste de la tierra, del fruto de la tierra,
del sudor de la tierra
y la bañaste de la sangre de otros,
del sufrimiento de otros,
de la voz herida de otros.
Porque tú cumples tus promesas:
¡nunca más volveré a esconder mi ira!
Hoy, en la soledad de la noche,
al otro lado del muro,
otro pueblo que sufre dice:
¡nunca más volveré a esconder mi ira!
Pero tú no lo escuchas,
estás muy ocupado: ¡asesinándolo!.