viernes, 30 de diciembre de 2011

DECIDIDAMENTE, ESTO NO ES UN CUENTO DE HADAS



Voy a contaros un cuento,

de palomas blancas que surcan los cielos, al alba. Hmmmmmm.

Creo que no. Las palomas, son cuervos que granan,

sobre los tejados de las ciudades.

No voy a hablaros hoy tampoco de gitanos que,

bailan al son de bulerías y guitarras,

en las cunetas de las carreteras.

Os hablaré de servidumbre y cacharrería, de afiladores y afanadores,

que vuelcan en las calles, las miserias de las civilizaciones.

No, no es un cuento de hadas, ni de Delfos,

hoy, las princesas, ya no tienen la sangre azul,

es roja usurpada, de los labios de la ira.

Y las hadas perdieron sus alas en algún lugar de estos días.

Las cosechas languidecen en los mentideros del capital,

y se muere el hambre de puro hambre en el tercer mundo,

y los tributos vierten sus miserias en el ciudadano,

y el capital se pierde en el mundo de la avaricia.

No, decididamente, este no es un cuento de rosas,

la nieve cae en avalancha,

la tierra es más árida cada año,

y los banqueros, borrachos,

buscan en los bosques el infortunio del leñador.

No, no voy a contaros un cuento de hadas,

esto es un relato sin refugio,

sin edificios del color de la luz,

sin cabañas blancas, bañadas por el mar en calma.

Esto es un relato de la vida que nos lleva,

donde, hasta las quimeras, están

hi-po-te-ca-das.




martes, 27 de diciembre de 2011

Revista Norbania

Hoy, quiero recomendaros, la magnífica revista cultural Norbania, que acaba de dar a luz su primer número en Cáceres, dará un repaso a todo, lo que de bueno, tiene la literatura en general y extremeña en particular.

Revista muy cuidada tanto por su continente, como por su contenido. Por tanto, si aún no está en vuestras librerías, buscadla, pues aún quedan ejemplares.

lunes, 26 de diciembre de 2011

HIERRO




Hierro que con el ímpetu de la forja,
levanta al aire la sombra del acero,
para dejar en la espiga,
la marca de su cuchilla idolatrada.

Hierro que se aferra en la vidriera,
y fija sus anclajes,
en la melancólica tozudez del granito.

Hierro que viaja sobre la ruda travesía,
y afina en el asfalto
la marca amable de la quimera.

Hierro que afina su vientre,
y entona con el viento,
el sublime canto de las catedrales.

Hierro que combate y en crueles ofensivas,
deja sobre la tierra,
a los hijos del hombre y sus miserias

domingo, 18 de diciembre de 2011

Canto indignadamente sereno


¡Venid!, ¡venid!, ¡venid!
¡OH viejos jinetes que lanzáis vuestras vidas al galope!
venid por el barro,
por el páramo que pinta su horizonte del color de los olivos.
Venid, soles que os desprendéis de la sementera,
dientes del hierro,
leyes que imponéis vuestras voces en la cabalgadura.
¡ay, esta lluvia de trigos!
¡ay soledad que se atreve a mirarse en el agua!
¿por qué razón cantan los jazmines en el retiro de la tinta?
¿Por qué danzan las libélulas sobre la charca del fango?
¿por qué la lluvia se despeina en la monotonía de los cristales?
¡ay, que las cosas sean vida en la letanía del beso!


II

¡Venid!, ¡venid!, ¡venid!
Obreros que laboráis la estructura básica del refugio,
pescadores que laméis la templanza del mar,
soldados que desgranáis el misterio del disparo.
Venid, columnas de durmientes,
que sucumbís en lo más oscuro de lo absurdo,
televisiones del hambre y el improperio,
que vengan los ojos de la caterva,
la vista del iracundo.

Porque ¡NOOO! !no está todo dicho!,
padres de la incógnita, escritores de la burla,
cantautores solitarios que, desgranáis vuestras voces,
bajo el bastón labial del tirano.
Venid desde todos los orígenes de la piedra,
desde los minerales
desde la historia rebelde de las cosas.,
desde la vida distante que nos dona,
desde las manos que juegan a parir el pan.

Venid los que forjan la escritura
en los efímeros labios del tiempo,
los que en los días de primavera, aman, la poesía
los que llaman maná a los frutos que se estrellan en el lodo,
a las hojas que paren el oxígeno.






III

¡Venid!, ¡venid!, ¡venid!
La mar calma su bravura en la roca,
el amor con sus quince abriles,
depositados en el cuenco de unas manos celulares
y las ubres, dueñas del misterio que,
buscan en los labios, un beso.
Canto que retoma los siderales ojos de los enamorados,
manos que levantan el canto de las multitudes,
palabras que forjan vocablos y verbos
en el indulgente llanto del recién nacido.

¡Venid!, ¡venid!, ¡venid!
Desde los campos velados de espigas,
desde las pisadas que, cada día, duermen
en la huella paralela de la cosecha,
desde las longitudes del aire,
desde los pechos abiertos.
Venid como las amapolas,
como los trigos, como las calles de la escarcha.
¡un paso más y seremos la tierra,
otro, y forjaremos la vida en los labios de la certeza.
¡Venid!, ¡venid!, ¡venid!

sábado, 17 de diciembre de 2011

El ángel




Está mi ángel de la guarda, llorando
sobre el alfeizar de mi ventana,
tiene un ala rota y no puede
secar mis lágrimas.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Final del último acto: La puerta cerrada





El poeta cierra la puerta, detrás quedan las calles de la niebla,

las luces de neón tintineando desde sus ásperos tonos de invierno,

los álamos y las bocas de los que calman su existencia,

en los locales del ruido y la risa.

Detrás queda el minuto de la presteza, el segundero que, tirita,

apurando el último beso en las sombras,

queda el rugido del coche cuando, fiero, avasalla el tiempo del silencio.

El poeta cierra la puerta y abre la ventana,

la luz germina en los alfeizares, bailan sus doseles

y las rosas mustias de un pasado “te quiero”.

La puerta calma su chirriante sonido, se siente serena.

Fuera, la calle, enmudece su taciturna mentira.

El poeta cierra la puerta

y la casa besa, distraída, sus entrañas.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Si pretendes mi olvido





Si pretendes mi olvido,
si en los arrabales del tiempo,
quieres dejar mi nombre,
en la perdida soledad de los tinteros.
Si en las puertas de tu boca, asumes,
como propio el lamento de las guitarras,
si todos los besos que tus labios definen,
huyen en los barcos de la bruma.
Entonces, dormirá tu epígrafe, en sábanas vacías,
y de ese modo, nada sabrás de mi aliento,ni de los márgenes de mi pelo,
¡ay, alma meditabunda, canto en el que me hallo!
Entonces, ya no habrá nada de qué hablarte,
encontrarás en los vocablos los versos vacíos de mi boca
y añoranzas sin sombra de la tuya.
Si huyes de mí, si buscas otro acantilado donde atracar tu vida,
no llegues a mi playa, no agites sus aguas,
no vengas a mis besos, no naufragues en mis manos,
no quieras saber de mí, si el olvido es lo que pretendes.
Y así, entonces, mañana en una nueva dársena,
que amanezca tu retrato en oleaje.

Presentación del libro "20 verdades fingidas" en el corte inglés de Badajoz.Día 15/12/11

martes, 6 de diciembre de 2011

Una noche de magia y arte

Isabel Blanco Ollero
José Cercas Domínguez
Victor M. Jiménez Andrada
Javier Feijoo


Bajo las setas de calor, en el jardín del corral de las cigüeñas, algo pasó. Bullía la vida, la esperanza, las ganas de parir arte para los demás. No hubo etiquetas, ni señores y señoras de lo absurdo. Se ofrecía aliento a los hombres, mujeres y niños que cada día mueren en los ardientes campos de Somalia.

Allí bullía la sensibilidad, se agitaron las banderas del arte por esa causa común, que engrandece a la humanidad, dar el todo por los demás, Nos sentimos a gusto, realizados, con lo que dimos. Por tanto, ya tan solo me quedan estas palabras. Gracias, gracias, gracias.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Ayer fue un día largo. Pero muy bonito

Por la mañana en la Asamblea de Extremadura, en el acto institucional del día internacional contra el sida






Por la tarde, en la presentación del libro de Isabel Blanco Ollero. La permanente costumbre del adiós