jueves, 31 de octubre de 2013

UN DÍA LEÍ SOBRE EL HOMBRE

Un día leí sobre el hombre cuando era hombre,
cuando vivía en la callada soledad del vocabulario.

Dicen que al sur de los océanos extendía su imperio
hasta el origen de las fuentes más antiguas del llanto.

Que al norte reinaban las mariposas y la risa,
que el buey pastaba el más tierno follaje,
que los abedules cantaban al son de la luz,
que era el arco-iris naciente de las lluvias del cielo,
y que la noche buscaba el caudal de los manantiales.

Un día leí sobre del hombre:
Que pensó en comer la carne de los animales.
Pensó que la sangre era suya y la tomó como propia.
Pensó que los ríos eran suyos y desecó sus vientres.
Pensó que los árboles era suyos y los arrancó de la tierra.

Un día el hombre pensó en el pájaro que cubrían las nubes,
y los abatió de un disparo y ocupó su linaje.
Pensó en la guerra y construyó las defensas.
la espada terrible, el febril bombardero.

Un día leí sobre el hombre cuando era hombre,
antes de que la sinrazón le cubriese de sangre.

martes, 29 de octubre de 2013

RECETA PARA HACER UN PRESIDENTE


Coloque, usted, un tronco en un sillón. 
No importa ni su tamaño, ni su decrépito origen.
Sazone, con pelotas y mamones insufribles, la base del tocón.
Déjele macerar un año y verá como de ese tronco, 
nacerá una vara alta y cimbreante,
que golpeará al pueblo que le amamanta.
De la receta, no pongo ejemplos. Son evidentes.




lunes, 28 de octubre de 2013

La última hoja


José Cercas "Los marcados días de la lluvia"
Foto: Fran de la Cruz

La hoja terrenal, madura y blanquecina,
se desliza, con el viento, por las alturas.
-Una vez más y seré libre- Piensa,
mientras la suavidad de la brisa la eleva
hacia la lejana altivez de la nube.
Debajo, su árbol natal, la naturaleza.
Debajo, el bosque que afirma su vínculo de hierro.
Debajo, el candor del suspiro que llama a los enamorados.
Debajo, la sementera que fluye bajo la sórdida afonía del agua.

La hoja terrenal, sigue su viaje,
ahora roza y lame el vértigo de los pájaros.
Avista el humo que cubre los tejados.
El otoño que silba su vocabulario en la noche.
El ardor de la casas que fluye por las ventanas.
La farola que se enciende a lo lejos
y unos niños que cantan bajo la luna.

¡Llueve!
Las gotas tocan su pecho reseco,
se siente frágil y cae sobre la tierra.
Ahora vuelve, para siempre, al polvo sin la vida.

sábado, 26 de octubre de 2013

PUEDE


José Cercas. Los marcados días de la lluvia.


Puede que mi corazón vague perdido 
por las calles que antaño vestías de luz;
o que me roben los versos,
las hadas de la tarde;
o que pierda la última sílaba,
en la última voluntad de tenerte,
en este último poema que te escribo.

Puede que te mire y ya no sepa hacerlo como antes,
y que se detenga, la vida, en el recuerdo de tus labios.
Sé que en el invierno, a la luz de las hogueras,
los poetas leen: hojas de hierba de Walt Whitman.
Sé que en el calor de las noches del verano,
los poetas buscan los besos perdidos.
Sé que en el fragor de la primavera,
los poetas intuyen tu lucha por no recordarme.
Sé que viene, quedamente, el otoño,

Puede que yo te quisiera
Ahora lo recuerdo, es cierto
Puede...

viernes, 25 de octubre de 2013

LAS CRÓNICAS DE GONZANARNIA



Mire usted, Señor González: Uno espera, o puede esperar, que la derecha más rancia de Europa "lease la que nos gobierna", haga estos aspavientos de exaltación a la persona. Uno espera de usted "perdón por cambiar el tiempo verbal" esperaba, quise decir "Señor presidente socialista que fue de este país", que hiciera una fundación para ayudar a las familias desahuciadas, o para ayudar a las que pasan hambre por culpa de tantos y tantos gobiernos desgobernados que hemos sufrido. ¿Pero una fundación para estudiar su figura?, ¿cual figura?: la de antes de la pana y el puño en alto, o la de ahora de sus joyas y sus escopetas. Como siga por este camino, pronto exigirá a los gobiernos futuros que pongan su careto en las escuelas, sí, allí donde antes había crucifijos, y ya de paso, que los niños entonen algún tipo de himno, antes de entrar en clase, que ensalce sus hazañas "patrióticamente" patéticas. ¡Pa habernos matao!" Señor González, no para usted de sorprenderme.



Felipe González crea una fundación para estudiar su figurahttp://www.elmundo.es/espana/2013/10/25/526a23f163fd3de3408b4586.html

jueves, 24 de octubre de 2013

Este blog hoy está luchando



Pinchar aquí par oírlo cantado por Silvia Occorso.---Poema Basta cantando por Silvia Occorso

BASTA de José Cercas

Sonrío porque en sonreír me va la vida,

porque mi amigo dice basta,

porque el amigo de mi amigo dice basta.

Sonrío porque mis labios escriben basta en un beso,

porque los labios del individuo escriben besos en un basta.

Sonrío porque veo un río de labios que dicen basta,

porque la palabra “basta” alimenta el aire

y lo llena de fonemas que dicen basta.

Yo sonrío y en la calle escribo versos que caminan,

que danzan, que se abrazan

y que escuchan decir como el pueblo dice basta.

Sonrío porque yo también digo basta,

porque cuando escribo basta, digo democracia real

con mis palabras.

domingo, 20 de octubre de 2013

EL LARGO VIAJE

EL LARGO VIAJE
De José Cercas Domínguez


Después de un largo viaje, regreso a casa, 
en cada esquina se me aparece, como de pronto, 
la soledad, los recuerdos, 
el tiempo perdido en imaginarte.
En cada habitación de mi memoria,
los versos escondidos que una vez
quisieron escribir un poema… tu poema.
Abro la ventana y la luz
se enfrenta a los visillos que el viento mece.
En ellos la calidez de otros días,
recordando como tus manos,
dibujaban mariposas de sombras en mi cara.
Tu sonrisa llamando al beso
desde orillas sin nombre.
¿Qué nos queda, amor, que queda de aquello?:
Tan solo un recuerdo,
fugitivas miradas cuando se encuentran,
un cárdeno adiós sin memoria,
un giro de cabeza alejándose,
buscando el contacto de lo no escrito,
un sutil parpadeo,
una sonrisa que me hiela la sangre
o una palabra que se columpia en los labios.

Regreso a casa de nuevo,
a esa casa derrotada en el viejo barrio,
donde habita tu soledad,
bañándose en lágrimas, con mis besos.

viernes, 18 de octubre de 2013

A todas las mujeres que luchan contra el cáncer de mama



Entrego este pañuelo para el combate. 


A todas las mujeres que luchan contra el cáncer de mama.





Y cuando me di por vencido, 
cuando ya no creía ni en nada, ni en nadie
para seguir en el camino, te encontré a ti,
agitando tus alas de Fénix sobre las cenizas,
con tus ojos cubiertos de limo
iluminados por la vida.
Con los labios de la aventura
iluminados, también, por la vida.
Con cadenas y anclas, dueñas del hierro,
aferradas a las duras piedras de la vida.

Déjame, por tanto, besarte desde este poema
que recorre la brisa y la penumbra
con la lucha diaria por mantenerse en el aire,
con el contacto de sus versos,
buscando unos ojos cautivos
en el décimo horizonte de la osadía.

Déjame, por tanto, observarte desde este aguacero:
¡Oh, paloma sideral!
¡Oh, águila imperial que se prepara para el combate!
¡Oh, fuente de la tierra!
¡Oh, manantial donde se agita la tristeza!

Déjame que te observe desde este aguacero:
Desde este paisaje que nos ocupa.
Desde la tosca heredad que nos entrega
su rostro de barro.
Desde la existencia común de los mortales.

No creía en nada ni en nadie
y te encontré, a ti, cubierta de vida.

Poema: José cercas
Fotografía: Fran de la Cruz
Modelo: Saray

jueves, 17 de octubre de 2013

Mi madre y su reloj



Mi madre, día tras día, mira el reloj del pasado:
Tic-tac -Le dice, desde sus agujas, el reloj que besa el tiempo-.
Mi madre lo mira con la avidez de la vida.
Con cada minuto fija sus párpados al pensamiento,
Con cada hora queda su memoria cubierta de ausencias.
Mi madre mira el reloj de luz que ama la tierra:
Tic-tac -Le dice, desde sus agujas, el reloj que besa el tiempo-.

lunes, 14 de octubre de 2013

ME DICEN


Me comentan que te fuiste,
que ya no habita en tus pupilas la algarabía
y que en los estantes se posan los días inertes,
aquellos que los años no mencionan.
Me dicen que escribiste un poema
sobre la puerta cerrada del averno,
que llevabas en tus manos el mármol frío
y un beso que te hablaba de la vida.
Me comentan que retrocedió tu mirada,
que dejaste impregnada la tierra
con una sonrisa de espejos rotos
y que una canción de amor abandonó tu cabello.
Me dicen que abriste celosías
y que pájaros de agua batieron sus alas
bajo el asombro de tus párpados
cuando un beso validó la primavera.
Me comentan que tienes frío,
que en tus noches tiritan los recuerdos
y que desde tu mesilla te habla triste,
en vocablos perdidos, mi retrato.

jueves, 10 de octubre de 2013

MUERTE EN LAMPEDUSA



RECUERDA que no fue un sueño

cuando en la noche más oscura de todas,
vinieron desde la profundidad del fuego 
y visitaron,
la sangre antigua de tu pueblo.

Allí, calladamente, yacía tu madre
con una honda herida en su vientre de luna.
Allí, calladamente, yacía la madre de tu madre
marcada, a hierro, por la tierra y el aire.
Más tarde, el grito, la lágrima y la ira,
la huida terrible, hacia la hostilidad del agua...
fue entonces, cuando la mar se llevó
tu corazón en Lampedusa.

miércoles, 9 de octubre de 2013

jueves, 3 de octubre de 2013

Poema en mi voz, sobre Siria, para Canal Extremadura Radio


Buscad, en la otra orilla, la causa del llanto.
Buscad, en la sangre, el cauce de los vientres,
buscad, en la vida, el murmullo de las vanidades,
la esencia de la ira, los abrazos de la madre muerta.

En esta orilla, advertid el martillo,
a los banqueros que ríen detrás de los escapularios.
Al hombre que juega a ser gigante
con el sudor del aire, que viene de lejos.

¡Vivís, pero sabed, que estáis todos muertos!:
En paralelo la muerte se viste de doncella,
y vuela a lomos del cóndor que devora la peste.
¡Vivís, pero saber, que estáis todos muertos!.

Sabed, pues, de la orilla que muerde las palabras.
Sabed del petróleo que amamanta la avaricia.
Sabed de los ojos que miran las frentes de los inocentes.
Sabed de la tierra dividida, de las manos en las trincheras.
Sabed de la tierra que grita bajo el fondo terrenal de las cosas,
de la sangre que intuye el sonido del disparo.
¡Sabed de la sangre! ¡Sabed de la Sangre!
Sabed de esa sangre que brota en el corazón del individuo.
Sabed como emana, de la bomba, la pestilencia del agua,
del humo que cubre la orilla de los niños,
del murmullo de las escuelas mutantes,
de las astillas, de las librerías que muerden los libros ¡Sabed de esa sangre!
Escucha este grito ¡oh vieja Europa! ¡Oh casa oscura de las américas!
¡oh malditos señores del dinero!
Sabed de este pueblo donde sangra la niña de Siria.
Sabed de todos los pueblos que sangran, de todas las niñas, de todas las orillas.
¡Malditos seáis señores del diluvio!
¡Sabed del PUEBLO
que os apunta, directamente, desde estos versos!
¡Vivís, pero sabed, que estáis todos muertos!.