domingo, 30 de septiembre de 2012

viernes, 28 de septiembre de 2012

lunes, 24 de septiembre de 2012

En Cáceres, "Oxígeno" a raudales


Felicitadme








¡Felicitadme!:
me he librado de las sílabas que se arrastran por el suelo, 
de los muros sin nombre, 
que desplegaban su manto de aire,
donde se ocultaba, fiel, la sonrisa de la luna.
Me he librado de las bocas de terciopelo negro. 
¡Felicitadme: pues he pactado mi regreso con la vida. ¡Felicitadme!.

domingo, 16 de septiembre de 2012

LA HISTORIA DE LA CRISIS




I


Antes de la crisis que asola esta tierra, 
solo existía la soledad, el tedio,
gente que, adormecida, iba del trabajo a la melancolía.
Zombis besando las vías necesarias para seguir el camino.
No había valles sin justiprecio, ni sombras donde cobijarse.
Ni días de néctar en las haciendas.
Ni natura descolgándose, en verde, por las azoteas.
Ni crepúsculos dibujando su esperma antes del diluvio.
Ni bosques nadando entre las flores del alba.
Solo había latidos descompasados, tambores y cacharrería,
petroleros surgiendo de las mareas
y gigantes de hormigón que parían ciudades columpiadas por la inercia.
Tele 5 en todo su esplendor, derramando sangre y basura,
ofreciendo sus miserias por las ventanas de la noche.
Señales del adulterio en las cunetas
y silentes obreros llenando sus arcas en la lujuria del cemento.
La poesía era perseguida y moría abatida
en las bibliotecas del aire.

II


Pero llegó la crisis modificando la risa.
Fue entonces cuando oí la voz del pueblo,
el trueno aflorando de su boca,
vi llover, desde la nube al pan de cada día
y sentí como la masa desnudaba al tirano
y un puño de fiero estoque
y un dedo levantándose entre mil y uno,
apuntando directamente a la bestia.
Y caminé con mi pueblo, paso a paso, lento pero cierto.
Y sentí ¡por fin! como esta tierra, se llenaba de vida.

jueves, 13 de septiembre de 2012

En esta casa sin memoria






En esta casa sin memoria, entre estas paredes azules
donde cuelgan caballos al galope en pinturas inertes,
donde los hombres nacen con lágrimas en los ojos,
con el monótono suspiro emergiendo de sus bocas,
con las palabras que surgen ya cansadas
en esta casa digo, en estos barrios en los que moro.
te escribo versos dormidos,
flores que nacen moribundas en los jardines del tiempo,
de malezas frías que mueren maldiciendo su existencia.


En vano te escribo en esta soledad
para que tu voz comparezca ante el júbilo
para que el fusil amigo de la muerte
comparezca ante la derrota,
para que el machete que rompe canciones de amor
comparezca preso ante la vida.

En vano te escribo figuras en los párpados
en las ondas que viajan por ojos leales.

Te escribo para que en tus mejillas crezca
el sabor y el olor de un tierno beso,
que en tus manos aparezca la rama del olivo
y que el aire te lleve la profunda caricia de la alegría.

Te escribo para que estos versos no sean en vano,
que llenen de aire, tu libertad, la mía
y la de cada individuo que el único delito que haya cometido
sea sentirse libre y vivir por ello.

domingo, 9 de septiembre de 2012

SOBRE LA RELIGIÓN

SOBRE LA RELIGIÓN

Creo en todas las religiones que lleven el amor como bandera, que no castiguen a su adoctrinados por los errores cometidos, y no premie a los que con dinero compran sus pecados. Osea, no creo en ninguna.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Nuestro lugar perdido





Un día tras otro, detrás de todo lo posible e imposible,
lo acaso, lo quizás, lo imperfecto.

Un paso largo y el tiempo devorando las huellas  que dejamos,
asumiendo el esfuerzo de lo acontecido.
La distancia hermanándose con lo eterno,
el postrer pulso que da, a la memoria, las noches de antaño,
evocando los silentes labios del día.

Un día tras otro,
será otro día cualquiera,  
cuando el tiempo nos dé, como a otros antes,
su finiquito de aire,
retornaremos al polvo,
suspendidos  en el barro o su equivalencia,
ajenos de todo lo que acontezca en nueva cuna.

Y llegará el final,
                y será el final
y besará el final, nuestro punto de encuentro,
nuestro lugar perdido en la tierra.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Viernes de Trinidad Grande







Mi madre ve las novelas de la tele.

Todas las tardes, y mientras lo hace, se va de casa. Según el día de la semana ,viaja  a un lugar u otro. Casi siempre lo hace por Latinoamérica : Venezuela, México, Colombia … eso sí, vuelve puntual antes del telediario , a tiempo de hacer la cena.

Yo, que a veces la visito justo a esa hora, no por fastidiar, sino porque es la única que tengo libre, le cuento mis cosas con el café:

_Madre, he visto a Rosa, dice que hace mucho que no te ve, que te de recuerdos … 

la lavadora hace un ruido raro al centrifugar, sólo me faltaba una avería  … 

voy a separarme, me vuelvo contigo, no puedo más …

Pero creo que ella no me escucha . 

Debe andar por alguna hacienda de esas o como se llame.

Por eso ayer, cuando llegué a su casa, con los trastos y los niños, me preguntó extrañada:

_¿Hija, donde vas con esa maleta?

_¿Qué día es hoy mamá?

_Viernes cariño.

Pues entonces a México contigo.