martes, 8 de diciembre de 2009

Canción del emigrado





A Paco García, pues su padre salió de emigrante de la misma provincia donde llegó el mío años más tarde, a La Gudiña (Ourense)



Aún recuerdo el trillo
cuando, melancólico, entonaba
su chirriante plegaria por la era...
Roto, hoy, aguarda, bajo el viejo portón,
que el tiempo le infiera su penúltima herida.
También recuerdo al ceñudo panadero
amasando el pan de cada día...
Pero ya, senil y enjuto,
refresca su vejez en la taberna.

Recuerdo la maleta que, triste,
esperaba, en cualquier andén perdido,
a que alguna vieja locomotora
remontase la colina...
Ahora ya no bailan decrépitos vagones,
al son de tantos pueblos y vientos.

Cuántos recuerdos, prendidos
en mi cansada retina,
salen en busca de otros tiempos
en los que, la labor y los jazmines,
evocaban el sabor y el olor de otras tierras.

3 comentarios:

  1. Pepe, la vida tiene esas coicidencias, el padre de Paco se iba, luego el tuyo llegaba. Y ya ves amigo tu entretejes nostalgias con los hilos de los recuerdos y evocas tiempos de fragancias de pan, jazmines y tierras que se adhirieron a tu alma.
    Me emocionan tus letras poeta, un abrazo y mi amistad.
    Cecy

    ResponderEliminar
  2. Hola bandido. Grandes nostalgias pueblan tus versos, me quedo con la imagen de esa maleta en el anden, quizás es porque al imaginarla así triste, es el símbolo de tantas emigraciones a lo largo de la vida, personas que tienen que irse a buscar mejor vida, gente que espera un futuro mejor, donde es inevitable la separación de los seres amados.
    Un abrazo querido amigo
    Vickie

    ResponderEliminar
  3. El errar, el eterno deambular al que algunas almas estan condenadas, lo conosco muy bien, tus letras me llegaron profundo.
    Veo que tienes gran trayectoria asique mis halagos poco pueden significar, simplemente dire que me ha tocado las fibras del ser, el eterno andar, lo expresaste genialmente.
    Un humilde saludo, MS.

    ResponderEliminar