sábado, 9 de julio de 2011
Lluvia
Caes desde el fondo de tus ojos
como sutil gota que, impasible,
se detiene ante mi ávida mirada.
Caes desde la nieve, palpitando
corazones que huyen de todo
y que a todo se enfrentan por un beso.
Caen ante mí, ¡oh, fugaces quimeras!
tus espacios, tus leyes,
una lágrima que, herida, sabe de destierros
y, a lo lejos, tu última palabra;
caen desde el centro de tu pecho enmudecido
sobre frutales que pronto tornaran al fruto,
sobre la tierra que se expande en barros
y que se llevará el tiempo en memorias perdidas.
Caes desde mí, desde el infinito
horizonte que me aterra,
desde la calle que me mira con ojos infelices.
Caes y así empapas mis besos
en posición de espera para siempre.
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Este poema me conmovió. Ese final tiene toda la fuerza y el dolor. Gracias por compartirlo poeta.
ResponderEliminarDiana.
Buenisimas y muy interesantes definiciones de esas gotitas de lluvia, de llanto de felicidad. un trabajo impecable. Como siempre. Saludos cordiales Pepe. Sergio
ResponderEliminarsencillo y emotivo,me encanta ,mil gracias por esta bella experiencia
ResponderEliminarCuánto dolor reflejan los dos ultimos versos ,pero excepcional la composición.
ResponderEliminarGRACIAS POR COMPARTIRLO , BELLO POEMA.
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