domingo, 13 de junio de 2010

Pesadilla (los 4 jinetes del apocalipsis)





Allí están, ellos, los difamadores,
los viejos jinetes del llanto,
los ácidos jinetes de la lluvia.
Con sus bocas de fuego advierten al miedo,
que la risa muere bajos sus férvidas espuelas.
Entonces… ¿Qué ocurre?,
que cientos de individuos abren sus fauces,
y que, en sus seniles dedos, danzan las uñas ensangrentadas;
ocurre que el agua es presa del barro
y los corruptos gusanos desfilan desnudos en las aceras;
entonces la estupidez coacciona al inocente.
Es el último recurso de la rabia;
son los pájaros de la ira que se posan
en las rama de los árboles del fuego.
Yo quiero despertar de este sueño que me aterra,
salir a la calle y respirar el aire que evoco
y jugar con el verso a inundar las paredes,
con el color de suspiro que afirma mi existencia
con el color que la tierra intuye la paz;
y que no me importen ni la primavera
ni el melancólico otoño de las hojas y sus vientos.

1 comentario:

  1. Esa fuerza en sus versos poeta son huella inconfundible en su quehacer poético.
    Honor el poder dejarle mi huella.

    Bendiciones

    Maricruz

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