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Cuando la sonrisa cae,
llueven las noches;
los astros van en busca del vacío
y las caricias incompletas esperan
al céfiro amante que, Eros, delata.
Cuando la sonrisa cae,
bajo los párpados, las miradas, cumplen su condena,
se amontonan las páginas que mima la poesía
y torna, el verso, a definir la lágrima
que no encontró su eterno amparo.
Cuando la sonrisa cae,
se acarician, en la noche, los cuerpos desnudos,
la vida se hace trémula,
la tierra y el temporal danzan en silencio
y caen los frutos que dormitan
en los profundos ojos de los adjetivos.
Cuando la sonrisa cae,
palpita la vida bajo las sábanas del aire
y es, entonces, cuando los enamorados
buscan los besos dormidos;
aquellos que nunca se dieron…
¡cuando la sonrisa cae!
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