miércoles, 4 de enero de 2012

Algunas veces.Aquellas veces. Ensayo con anáfora



Algunas veces, pensando en ti,
vienen a mi mente
aquellas cosas que nunca nos dijimos,
mientras las manos recorrían
mis vientos y tus brisas.

Aquellas veces, mis labios
-en explosión sonora- habitaron
en los tuyos, tan distintos
a estos que hoy me entregas
bajo la canícula gris de la tarde.

Algunas veces paseo desde el fondo de todo,
hasta el ocaso, hasta tu aliento distante,
recorriendo en perdidas parábolas
los momentos que huyeron de la sonrisa.

Aquellas veces, cuando se intuía
la completa expresión de un “te quiero”
circulaban, entre tus cabellos,
el nocturno tacto que te evoca,
la tristeza que me diste, la palabra que arde.

Algunas veces vienes a mí desde los espacios
donde bailan las cigüeñas sus valses marinos,
donde tus pechos, al aire, buscan
otros labios que liben tu boca precisa.

Aquellas veces, engalanadas de olvido,
tus lágrimas ungían la tierra deshabitada,
cuando tus besos se diluían
para siempre en imposible alarde.

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