Aclaro que tus labios no son míos,
no los entiendo como tales;
que tus ojos, nocturnos e hirientes
no me pertenecen; cabalgan la noche.
Aclaro que no reconozco tus pechos de miel,
natas azules de olor a mazapán
y mares salvajes;
no siento ni su sonoro tacto,
ni su fruto oculto.
Aclaro que no es mi boca semilla de la tuya,
ni tu abrazo rompió mi noche,
ni tu gemido el alba presentida.
Aclaro, por fin, que no me has pertenecido,
que mis manos ya no tejen con tintas apenadas;
bajo la lengua se quebró el beso,
cuando apagué la luz
y un poema perfiló el último “te quiero”
Me encantó Pepe, eres genial con una pluma mágica que obedece tus deseos y escribe maravillosamente.
ResponderEliminarUn abrazo
AZUL