miércoles, 10 de agosto de 2011

Esta es mi voz




A veces, mi voz es tan tosca,
que ruge bajo los fríos labios de la lluvia,
otras, tan débil, que llora
sobre los calmos lirios del bosque
o entre el griterío que forja
la multitud del encono.
Otras no reconozco al hombre que la habita,
se consuela con los versos de la noche,
no calla,
protesta al unísono con el inocente,
entrega, al aliento, su existencia,
pide, para la vida, una sonrisa
y arranca, con un vocablo, el labio canalla,
el yugo del tirano.
Por ello, lanzo hoy mi voz contra todos aquellos, hombres, mujeres,
y países desafortunados del dinero y sus miserias,
contra todos aquellos que dejan morir de hambre al infante,
contra todos aquellos que viven al son de la bayoneta,
contra todos aquellos que llevan entre sus dedos
el sabor del gatillo.
Mi voz no es poderosa, pero funde el acero,
diluye sus átomos, forja la tinta,
nace de la tierra y forma con otros la palabra que dono.
No acalléis esta voz
pues viene, de cubrir con la gramática,
el injusto clamor de los silencios.

1 comentario:

  1. Amigo Pepe, tú siempre con tus cabreos, cosa que comparto. Pero quisiera decirte algo. Todo esto está muy bien. ¿El problema? Que somos cuatro los que hablamos en voz alta y susurramos al oído y multitudes las que claman al aire de la indiferencia, de la confusión, que se suman a aquello de "... a río revuelto, ganancia de pescadores" Si pudiesemos llegar a todos y cada uno de los inconformistas de forma clara y concisa, tal vez el mundo cambiaría. ¡¡O no habría poetas!!

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