jueves, 7 de abril de 2011

La palabra. A Blas de Otero


Me queda la palabra
Blas de otero



La palabra nace en el gesto,
fluye del manantial sonoro de los fonemas,
y se justifica en la ortografía.
La palabra habla, a veces llora y hiere,
pero siempre, se la oye batir
en los labios efímeros de la evolución.
La palabra es una casa con su fachada blanca,
son mis ojos buscando en el horizonte,
el deseado perfil de la amada.
La palabra es la memoria que, duerme,
en la laringe de la historia,
es la lenta unión,
de las silabas cuando atracan en las bocas.
La palabra proclama su hegemonía,
se declama y se la lee palpitando,
en los libros del tiempo.
La palabra es la libertad,
es la expresión sosegada de la ternura,
es la furia y la compresión.
Dad, pues, a la palabra, la vida
y así justificareis que habéis vivido.

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