Eres el mar,
playas que abrazan los océanos,
la ola que golpea la furia de mi boca
Eres la tierra,
cuando la luz toma del fijo arcoíris
una mirada,
la savia que llueve en besos,
y la amorosa fuerza de tus labios.
Eres el verso que nunca atardece,
alondra que bate sus alas
sobre la longitud soñada del viento.
Eres el brote que, constante, forja la vida,
el amor cuando gota a gota cae,
llenando los cálices que el tiempo muestra,
por el leve movimiento de una caricia.
Así todo eres, cuando al amor yo llamo
en los ojos dormidos de tu nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario