Si se celebra, matar a un hombre,
recorrer el tacto de un beso con el acero,
o salir a la calle y desnudar al individuo.
Si se celebra mirarle a la cara, con los ojos de la ira,
o llorar de rabia por no poder herirle. ¡¡¡Entonces!!!
Yo brindo por los áridos desiertos,
por las heladas cumbres de nombres impronunciables,
por los ojos abismales de la tierra,
donde crezca el pasto y no exista el hombre,
donde el blanco níveo cubra la roca y no exista el hombre,
donde el agua se deslice buscando la grana y no exista el hombre.
Sí la vida es el combate, ¡¡¡ENTONCES!!!
¡¡¡ No me llaméis hombre!!!
Querido Pepe, mi tierno amigo, pienso como tú , este bellísimo poema llegó a mi corazón y se escondió dentro de mi alma dolida porque en este mundo el amor y los buenos ssentimientos han sucumbido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ti.
AZUL